Ha crecido una amapola,
entre un manto de romero,
y el niño la mira y mira
y le pregunta al abuelo.

Por qué su rojo deslumbra,
por qué su rojo es lucero,
por qué Medina, ay abuelo,
¿tiene espíritu torero?

No busques explicación,
dijo riéndose el abuelo,
porque desde muchachitos,
ya soñáis con los encierros.

Y qué decir de los cortes,
del resucitar del cielo,
cuando llegan las capeas
y el ruedo es un hervidero.

Entre amapola y romero,
se fraguó la tradición.
y que nadie nos lo quite,
nuestro toro del cajón.

Que truene el cielo si quiere,
o que venga un vendaval,
que nuestra casa es Medina
y su Coso el’ Arrabal.

No cortes la amapolilla,
deja que crezca bien seria.
Y cuida las tradiciones,
¡COMO EL TORO DE LA FERIA!

Paula de la Fuente